diumenge, 31 de juliol del 2011

Mil millones de estrellas

[...] Y es que poco a poco este pequeño país nos está enamorando. ¡Cabal que nos fascine! Si hasta estamos empezando a hablar como ellos. Porque os lo juro, aunque todos hablemos español, no hay forma de que sea el mismo idioma esto que se habla aquí y lo que nos enseñan en la escuela. “Ni modo” para mostrar resignación, “como no” para decir por supuesto, “cabal” cuando algo está muy claro, “chivo” para referirse a algo guay,… y por supuesto la clase de nombres de hortalizas impartida a la hora de cenar: empezando por el güisquil y una serie infinita de nombres que no habíamos escuchado en nuestra vida. Una lección de lengua indígena de El Salvador nos ha dejado con ganas de escuchar esta extraña lengua hablada entre habitantes de Izalco, uno de los pocos pueblos de este país donde aún se conserva un lenguaje encriptado por la magia del tiempo. [...]


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